En todo espacio donde interactúan personas, el manejo de grupos se convierte en una habilidad clave. Ya sea en un aula, un taller, una reunión o una actividad comunitaria, saber guiar un grupo de manera efectiva va mucho más allá de organizar o dar instrucciones. Se trata de conectar, de motivar, de generar un ambiente donde cada participante se sienta parte importante del proceso. Esta introducción explorará la importancia de estas áreas y ofrecerá una visión general sobre cómo abordarlas efectivamente.
Manejo de grupos, Participantes y dinámicas
sábado, 12 de abril de 2025
Introducción
En todo espacio donde interactúan personas, el manejo de grupos se convierte en una habilidad clave. Ya sea en un aula, un taller, una reunión o una actividad comunitaria, saber guiar un grupo de manera efectiva va mucho más allá de organizar o dar instrucciones. Se trata de conectar, de motivar, de generar un ambiente donde cada participante se sienta parte importante del proceso. Esta introducción explorará la importancia de estas áreas y ofrecerá una visión general sobre cómo abordarlas efectivamente.
Objetivo
Objetivo
• El objetivo de este blog es ofrecer un espacio de reflexión, aprendizaje y recursos prácticos sobre el manejo de grupos, la participación de sus integrantes y la aplicación efectiva de dinámicas grupales.
• Definir el concepto de grupo y algunas estrategias para su manejo en los procesos de formación.
• Describir dinámicas que contribuyan al manejo de grupos adultos participantes en procesos de formación
Tema Teoría de Grupo
Definición de Grupo
Es el conjunto de dos o mas personas que interactúan en un espacio y un tiempo determinado, con conciencia del “nosotros” y que establecen normas y principio de acción que aceptan, para alcanzar metas o fines comunes.
Algunas Características
Homogeneidad: Se requiere además del interés común que los lleva a formar un grupo, que exista cierta homogeneidad en cuanto a edad, nivel intelectual y social.
Opcional: El ingreso al grupo debe ser voluntario, esto asegura un margen de participación y responsabilidad.
Reducido: En número de integrantes del grupo es importante para que se les permita a los miembros su actuación, favoreciendo la dinámica grupal.
Informal: Apunta a permitir que los miembros se expresen en forma espontánea.
Primario: Entre los miembros debe existir una relación amistosa que los una, sin existir presiones o relaciones de otra indole.
Flexible: Debe permitir las posibilidades del cambio.
Frecuencia: Debe existir una frecuencia en las reuniones para que los miembros tomen conciencia de pertenencia y se favorezca el proceso grupal.
Principios para la Accion Grupal
1. Ambiente propicio en las reuniones: Se hace referencia al espacio físico el que debe adecuarse al numero de integrantes y a la forma de trabajo de los mismo. Deben sentirse comodos, contenidos.
2. Reducción de la intimidación: Debe tenderse a lograr buenas relaciones interpesonales, reducir las tensiones.
3. Liderazgo distribuido: Fomentar que todos los miembros pongan en juego sus aptitudes y habilidades para facilitar el proceso grupal y el logro del objetivo.
4. Formulacion de objetivo adecuado a los intereses del grupo: El objetivo debe ser elegido de comun acuerdo entre todos los ingrantes, nunca debe ser impuesto. Debe adaptarse a la edad, potencialidades y posibilidades de los integrantes con el fin de evitar la frustacion de los miembros por el fracaso ante objetivos inadecuados.
5. Flexibilidad: El grupo no debe ser rigido, debe adaptarse a los cambio tanto de las circunstancias externas como internas.
6. El consenso en la adopción de decisiones: Todas las resoluciones que tome el grupo deben partir de este y nunca ser impuestas. La norma es la total participación en un medio democratico.
7. La comprensión del proceso a efectos de poder orientar o modificar los objetivos: Los participantes deben tener conciencia de cómo se da la interaccion, la comunicación y la productividad, a efecto de estructurar y reestructurar situaciones que favorezcan el proceso grupal.
8. Evaluación continua: El grupo debe analizar su proceso y como se van logrando los fines propuestos, mediante una permanente evaluación.
El proceso de grupo
Existen tres etapas perfectamente identificables de la vida de un grupo, cuya duración varia de acuerdo a las características particulares de cada uno.
Periodo de aparente grupo
Cada miembro inicia su actuación en un grupo trando de traducir sus intereses. Es la etapa de aprendizaje y su duración depende de las habilidades que posea el lider formal o natural en conducir al grupo hacia la estabilización. El grado de alta relacion interpersonal puede llevar a confundir y creer que el grupo esta en condiciones de producir. Esto se debe a que en una primera etapa los integrantes no han transmitido al grupo los aspectos mas fuertes de su personalidad.
Periodo de organización
El grupo reconoce valores y normas, apareciendo la figura del lider, quien permite que se desarrollen y el grupo las internalice. Aparecen los equipos de trabajo y la interaccion en planos positivos de actuación con la percepción y acepatacion del rol que desempeñan. El grupo comienza a tener fuerza.
Periodo de integración o madurez
Se logra la cohesión de grupo, manifiesta en la tendencia a cooperar y conjugar, en forma espontánea, los esfuerzos en beneficio comun. No es ya la suma de individuos sino la pluralidad unida de tal forma que integra una estructura o bloque. Desaparecen los miembros marginales y las jerarquias. Todos los miembros son participantes. Hay capacidad para analizar el proceso y mantener la estabilidad.
Se ha logrado la productividad del grupo.
Algunos esteoreotipos grupales
El líder
Es el jefe del grupo. Posee habilidad, poder de convencimiento y generalmente provoca la acción siendo seguido.A veces intimida
El ritualista
Siempre quiere hacer o jugar a lo mismo. Le cuesta asumir nuevas actividades. Es negativo ante las sugerencias de los demás.
El introvertido
Se aísla y distancia de sus companeros. Manifiesta dificultades de relacion. Apatico retraído sensible.
El parcialista
Evita relacionarse con los que le desagradan. Es selectivo. Actua en subgrupos pequenos. Es activo.
El gracioso
Centra su necesidad de captar la atención grupal en una especial habilidad humorística. Es seductor, atrayente, ingenioso, ocurrente.
El quejoso
Nunca esta de acuerdo. Negativo. Desvalorizante colabora intermitentemente, sin comprometerse demasiado para evitar criticas y responsabilidades. Suelen ser personas en las que nunca nadie creyó verdaderamente y esté encerrado en la sobreprotección o en el abandono afectivo.
El exigente
Es aquel que siempre esta pidiendo más. Por lo general muy activo e inteligente. Posee resistencia a la autoridad pero es fácilmente orientable con el afecto y el reconocimiento. Puede ser un líder natural pero muy exigente.
El destructivo
Agresivo negativo. Constantemente hace uso y abuso de los manoseos. Peleador provocativo a veces hasta de mal gusto con sus pares tiene como positivo que algunas veces suele ser persistente, tenaz. Suele ser un líder frustrado.
Tema: Estrategias de Liderazgo
¿Qué es una estrategia de liderazgo?
Para comprender qué es una estrategia de liderazgo, debemos tener claro lo que entendemos por liderazgo. El Center for Creative Leadership ha estudiado a los líderes y el liderazgo durante casi 40 años y recientemente ha llegado a una conclusión importante: el liderazgo comienza en las personas que desempeñan puestos directivos, pero no termina ahí.1 La capacidad de una organización para cumplir sus objetivos no depende solamente de la fuerza de voluntad de un gran líder único, ni siquiera de la eficacia de la cadena de mando de la organización. Estos aspectos son importantes, pero, en sí mismos, no nos ayudan a comprender por qué algunas organizaciones tienen éxito y otras fracasan. Al contrario, las investigaciones han demostrado que debemos comprender que la cultura de liderazgo se define por las acciones colectivas de líderes formales e informales que actúan juntos con el fin de llevar a la organización al éxito. No es solo el número o la calidad de los líderes individuales lo que determina el éxito de esta, sino que es la capacidad de ambos tipos de líderes de aunar esfuerzos en apoyo de los objetivos de la organización lo que, en última instancia, marca la diferencia. Por ello, cuando se habla de liderazgo en esta publicación, nos referimos tanto a los propios líderes como a las relaciones entre ellos. En varias ocasiones, la idea de que el liderazgo va más allá del líder individual se ha definido como «liderazgo interdependiente, interdepartamental, colectivo o conectado, Las definiciones más sólidas incluyen en el liderazgo tanto a los líderes formales como a los informales. Las observaciones de organizaciones reales en funcionamiento rara vez resultan tan nítidas y claras como sugieren sus organigramas. La comunicación, las influencias y la colaboración tienen lugar en todos los niveles y áreas de la organización, casi como si no existiera un organigrama. Así lo han demostrado varias investigaciones sobre el seguimiento de las redes informales dentro de las organizaciones. Ignorar este hecho en cualquier debate sobre liderazgo significa obviar tanto la realidad como los aspectos que deben entenderse y gestionarse para aplicar las estrategias de manera satisfactoria.
Importancia de contar con una estrategia de liderazgo
Imagine que conduce por una ruta desconocida sin un mapa. Sin indicaciones ni orientación, podrías acabar perdiéndote.
Sin visión, conocimiento y retroalimentación, sería imposible crear un intento correcto a largo plazo en una organización.
Con una estrategia de liderazgo sólida, le resultará más fácil dirigir equipos, delegar responsabilidades y fomentar una cultura de innovación en el lugar de trabajo. Desde gestionar las expectativas y comprometer a los empleados hasta hacerlos más productivos, su liderazgo potenciará cambios cualitativos en los equipos y sus miembros.
Veamos los beneficios de las habilidades de liderazgo estratégico para ayudarle a ser un mejor directivo.
Influye en el comportamiento
Los líderes estratégicos se anticiparán, influirán, comprometerán, apoyarán y capacitarán a los miembros del equipo para responder a las tendencias del mercado y del sector y a las preferencias de los clientes. En cualquier empresa, la estrategia de liderazgo influye en gran medida en el comportamiento.
Un líder eficaz vislumbrará el futuro, tomará las decisiones finales, colaborará con compañeros y líderes del sector y guiará al equipo en la creación de estrategias para alcanzar las metas de la empresa.
Atrae y gestiona el talento
Una de las principales cualidades de un directivo de éxito es atraer y retener el talento. La estrategia de liderazgo adecuada identificará a los mejores talentos y los motivará para que den su mejor rendimiento . Los buenos directivos pueden definirse por su capacidad para crear y dirigir equipos de alto rendimiento.
Conduce a resultados
Una estrategia de liderazgo eficaz es fundamental para la ejecución de múltiples estrategias organizativas.
Los buenos líderes tienen la capacidad de crear el entorno adecuado para que los miembros de su equipo alcancen y superen las metas de la organización. Impulsan activamente los resultados, hacen un seguimiento del progreso y crean un entorno para que los miembros del equipo mejoren su rendimiento según sea necesario.
Facilita cambios en la estrategia de la empresa
Crear y aplicar estrategias de empresa lleva mucho tiempo. Lo que es aún más difícil es cambiar de dirección cuando es necesario y conseguir la aceptación del equipo. Durante esta fase, los líderes fuertes tienen la capacidad de animar al equipo alinear a todos con la visión y motivarles para que trabajen en pro de la nueva estrategia, objetivo y meta de la empresa.
En resumen, con una estrategia de liderazgo en marcha, su organización estará mejor situada para alcanzar sus planes de futuro.
Impactos de una estrategia de liderazgo eficaz
He aquí algunas formas en que los grandes líderes y las estrategias de liderazgo eficaces configuran la organización.
Detectan más oportunidades
Los líderes con visión de futuro miran hacia adelante en lugar de centrarse únicamente en las operaciones diarias, lo que les mantiene por delante de la competencia.
El liderazgo visionario le ayuda a identificar oportunidades para establecer procesos, productos y modelos de empresa más eficientes antes de que sus competidores le alcancen.
Formar a otros líderes
Un impacto importante de la estrategia de liderazgo es ver cómo los grandes líderes transmiten sus habilidades a la siguiente generación. Al fin y al cabo, los buenos líderes comprenden instintivamente el panorama de la empresa y disfrutan viendo crecer y triunfar a sus colegas.
Construir una cultura organizativa más fuerte
Un gran liderazgo es una enfoque descendente que mejora la cultura de la organización. Un equipo siempre refleja las creencias y actitudes del líder. Con líderes inspiradores, la organización se vuelve más transparente e innovadora, orientando el comportamiento de cada miembro del equipo entre sí y con los clientes.
Alcanzar mayores ingresos
Los grandes líderes motivarán al personal para que trabaje duro y deje de perder el tiempo, optimizarán los flujos de trabajo y se comprometen más con lo que hacen, mejorando su productividad y la calidad de su trabajo. El liderazgo estratégico desarrolla una cultura de la pasión en la que cada miembro del equipo se esfuerza por producir su mejor trabajo por el bien de todos.
10 estrategias de liderazgo para mejorar el rendimiento de los equipos
El liderazgo estratégico puede transformar una organización ordinaria en un equipo de alto rendimiento, generando más impacto y produciendo mejores resultados. Estas son las 10 estrategias de liderazgo que puede poner en práctica para implicar y compatibilizar a su equipo de forma óptima.
1. Defina y articule su visión
La principal labor del liderazgo es comprender el panorama general, analizar la situación desde todos los ángulos y articular la estrategia de la empresa.
Más que crear un plan detallado o ajustar objetivos, se trata de compartir un relato convincente sobre el futuro y la visión que sus accionistas y empleados aceptarán.
Hay que tener una visión clara que explique las metas a largo plazo de la empresa e inspire y motive a los empleados para alcanzar esas metas más amplias.
Si su equipo cree en su visión, hará todo lo posible por hacerla realidad. Desarrolle una cultura de equipo en la que todos puedan ver su visión en acción. Dé a los miembros del equipo la oportunidad de visualizar la diferencia que están marcando.
2. Reconozca los logros de todos
El reconocimiento hace que una persona se sienta valorada y apreciada. Cada vez que alguien de su equipo supere las expectativas para alcanzar sus metas, celebre y reconozca su confirmación de la misión de su empresa.
Los directivos suelen pasar por alto el sencillo principio de "lo que se recompensa, se repite". No pase por alto el impacto del refuerzo positivo.
Por ejemplo, cuando hable con sus representantes de atención al cliente, dígales lo bien que lo están haciendo y cómo contribuyen al progreso de la empresa. Si recibe una nota de un cliente sobre cómo le ayudó un representante de atención al cliente, compártala con el equipo.
Haga saber a su equipo lo importantes que son para su empresa y por qué la empresa los necesita. Les ayudará a trabajar con energía y entusiasmo renovados.
3. Comunicar con eficacia
La comunicación es una habilidad fundamental no sólo para líderes y directivos, sino para cualquiera que desee tener éxito. Debe ser capaz de comunicar su visión, la estrategia empresarial para alcanzarla y cómo contribuirá cada persona a las metas de la empresa.
De hecho, las mejores organizaciones tienen una cultura de comunicación bidireccional activa. Esto fomenta un intercambio abierto de ideas y propicia una mayor colaboración.
Una organización que se comunica bien con su plantilla verá resultados positivos en los niveles de compromiso del personal. Este poderoso motivador está enlazado con las habilidades de comunicación del líder.
4. Anticipa lo que puede pasar
Una vez que sepas cómo articular tu visión, obsérvala desde una perspectiva más amplia e identifica los posibles retos e innovaciones a los que tu empresa podría enfrentarse en breve.
A continuación, piense en cómo prepararse para estos obstáculos, abordarlos o capitalizar las oportunidades potenciales que esperan su atención.
Si puede anticiparse con éxito a las oportunidades y los obstáculos, estará mejor preparado que sus competidores para navegar por el panorama futuro.
5. Predicar con el ejemplo
Un líder sienta un precedente sobre lo que es aceptable o no dentro de la organización, y no hay normas ni políticas más potentes que esto. Para ser un mejor líder, sea consciente de la repercusión de su comportamiento y compórtese como quiere que lo hagan los demás.
Por ejemplo, un buen líder tomará decisiones de la manera que quiere que emulen los demás ejecutivos de la empresa.
El compromiso, la satisfacción y la moral del personal están directamente enlazados con la experiencia que los empleados tienen con sus superiores jerárquicos. Los buenos líderes hacen que la gente se sienta segura, incluida y satisfecha con su trabajo.
6. Construir un equipo cohesionado
Un buen líder crea equipos cohesionados.
Debe saber cómo afrontar los conflictos, cuándo permitir que el equipo capee el temporal y cuándo ayudarles a encontrar su camino. Para crear un equipo cohesionado hay que conocer los puntos fuertes y débiles de cada individuo, desarrollar la confianza y fomentar la colaboración
Un equipo cohesionado trabaja unido, y el rol del liderazgo es facilitar la creación de este equipo.
7. Nunca pierdas de vista la innovación y la creatividad
La innovación, las nuevas ideas y las nuevas formas de pensar para mantener entusiasmados a sus clientes son esenciales para un buen liderazgo.
Como líder, la mejor forma de crear una cultura de innovación y creatividad es fomentar la comunicación abierta y el uso compartido de ideas. Haga hincapié en la orientación al cliente, apoye a su equipo para que encuentre formas creativas de resolver problemas y recompense los enfoques innovadores.
Muchos líderes utilizan los presupuestos de formación y desarrollo del liderazgo para fomentar un entorno de este tipo en su lugar de trabajo.
8. Estar dispuesto a cambiar y a tomar decisiones difíciles
A principios de 2010, Dominos se dio cuenta de que no estaba a la altura de las expectativas de la gente. Las ventas habían caído, el precio de las acciones se había desplomado y la cadena ocupaba el último lugar en el "ranking de gustos" de los consumidores
¿Qué hicieron para resolver este problema? La cadena de pizzerías decidió abordar el problema de frente. Dominos puso en marcha innovadoras campañas de marketing en los años siguientes, añadió nuevas ubicaciones, retransmitió en directo los comentarios de los clientes y amplió su capacidad de pedidos en línea.
Es más, ¡incluso cambiaron la receta de sus pizzas!
Entre 2010 y 2022, el precio de la acción pasó de 11 a 260 dólares.
Dominos es un excelente ejemplo de líderes que toman decisiones difíciles y adoptan cambios para ayudar a una empresa a dar un giro.
Usted puede hacer lo mismo como líder. Conozca sus metas, cree estrategias detalladas y desarrolle sistemas y procesos que su personal pueda seguir. Cuando vea la necesidad de cambiar o de tomar decisiones difíciles, apóyese en ellas.
9. Aprendizaje continuo
Muchos líderes estarían de acuerdo en que el liderazgo es un viaje en el que te esperan nuevos retos y aprendizajes. Los grandes líderes nunca dejan de aprender: mediante la aplicación práctica, la creación de redes, el desarrollo profesional y la formación continua.
A lo largo de su viaje de crecimiento como líder, comparta sus conocimientos y experiencia con los demás. Asuma el rol de entrenador y mentor, comprométase a desarrollar las habilidades de liderazgo de su equipo, y encontrará la satisfacción de sentar las bases de una sólida estructura de liderazgo.
10. Dé poder a su equipo
Como líder, uno de sus principales deberes es guiar a su equipo para que alcance todo su potencial. Para ello, debe delegar responsabilidades y darles la compatibilidad que necesitan para tener éxito.
Deles objetivos claros y la propiedad completa de los resultados; compruebe a menudo que reciben ayuda cuando la necesitan y fomente el trabajo en equipo. Para hacerlo bien, también debe conocer sus puntos fuertes y débiles, y estar dispuesto a confiar plenamente en ellos.
jueves, 10 de abril de 2025
Tema diversidad de Grupo
¿Cuál es la diferencia entre diversidad e inclusión?
La diversidad y la inclusión son dos conceptos interconectados, pero están lejos de ser intercambiables. La diversidad tiene que ver con la representación o la composición de una entidad. La inclusión se trata de qué tan bien se valoran e integran en un entorno las contribuciones, la presencia y las perspectivas de diferentes grupos de personas.
Un entorno en el que están presentes muchos géneros, razas, nacionalidades y orientaciones e identidades sexuales diferentes, pero solo se valoran las perspectivas de ciertos grupos o tienen alguna autoridad o influencia, puede ser diverso, pero no es inclusivo.
¿Qué es la diversidad y la inclusión en el lugar de trabajo?
Un lugar de trabajo diverso e inclusivo es aquel que hace que todos, independientemente de quiénes sean o qué hagan por la organización, se sientan igualmente involucrados y apoyados en todas las áreas.
¿Cuentan con diversidad en el reclutamiento, en cada uno de sus equipos y en su liderazgo? ¿O tiene un lugar de trabajo donde el 50% de su fuerza laboral son mujeres pero el 0% se encuentran en posición de liderazgo? ¿Tiene una buena representación de colaboradores miembros de la comunidad LGBT+, pero todos ellos son parte de la misma área?
Estas preguntas reveladoras dan a conocer la verdadera diversidad e inclusión en el lugar de trabajo.
¿Por qué es importante la diversidad y la inclusión en el lugar de trabajo?
La investigación de Great Place to Work® ha demostrado muchos beneficios de un lugar de trabajo diverso e inclusivo:
• Mayor crecimiento de los ingresos
• Mayor disposición para innovar
• Mayor capacidad para reclutar un grupo diverso de talentos
La inclusión en las organizaciones es una de las claves más importantes para la retención de los mejores talentos.
Adicionalmente, cuando los colaboradores no sienten que sus ideas, presencia o contribuciones son realmente valoradas o tomadas en serio por su organización, eventualmente se irán.
Nuestra investigación también muestra que cuando los colaboradores confían en que ellos y sus colegas serán tratados de manera justa independientemente de su raza, género, orientación sexual o edad, es más probable que:
• Tengan ganas de ir a trabajar
• Se sientan orgullosos de su trabajo
• Quieran permanecer mucho tiempo en su organización
Tener una cultura laboral inclusiva no solo ayuda a atraer un conjunto diverso de talentos, sino que también lo ayudará a retener el talento diverso que atrajo en primer lugar.
La diversidad que carece de una inclusión genuina a menudo se denomina "simbolismo". Un lugar de trabajo inclusivo no solo tiene una diversidad de personas presentes, tiene una diversidad de personas involucradas, desarrolladas, empoderadas y en las que confía la organización.
En definitiva, la diversidad es la representación de diferentes personas en una organización, la inclusión es garantizar que todos tengan las mismas oportunidades de contribuir e influir en cada parte y nivel de un lugar de trabajo, logrando que todas se sientan seguras y puedan llevar su “yo” completo y único al trabajo.
¿Qué es Para Todos?
Desde Great Place to Work® la definición de una cultura laboral que ha evolucionado más allá de la "Diversidad e inclusión".
El objetivo que se ha configurado es crear una experiencia de trabajo consistentemente de alta confianza para todos, sin importar quiénes son o qué hacen para la organización.
Es la acumulación de experiencias diarias que ayudan a las personas a sentir que pertenecen, que sus talentos únicos son importantes y que sus necesidades individuales son atendidas por sus compañeros y líderes. Cuando las organizaciones experimentan actos muy humanos de reconocimiento, inclusión, dignidad y compasión, es cuando pueden lograr una verdadera experiencia Para Todos.
Esto es fundamental para el éxito. Los lugares de trabajo de hoy en día son más diversos y están conectados globalmente más que nunca. Con las complejidades del entorno laboral actual, los líderes deben aprovechar la inteligencia colectiva para maximizar el potencial de cada persona.
Los cambios tecnológicos y sociales continúan alterando el panorama en todas las industrias. Las organizaciones necesitarán el juicio humano, la empatía, la pasión y la creatividad de toda su gente para hacer realidad la promesa completa de las nuevas tecnologías de la era, aumentar la agilidad, la inventiva y abordar los desafíos de un mercado cada vez más exigente y competitivo
Tema Roles de grupo
CONCEPTO: Es el papel, función o manera de comportarse dentro de un grupo o sociedad. CONSIDERACIONES:
• Los roles pueden ser desempeñados por un individuo o por un grupo.
• Cada uno desempeña un abanico de papeles, aunque hay algunos que se manifiestan más a lo largo de la vida y en determinados momentos.
• El grupo, más particularmente el animador, debe vigilar para que se realicen los papeles o funciones que el grupo debe desarrollar: mantener el nivel de rendimiento, desarrollar el nivel de cohesión interna y que esta dure. TIPOS DE ROLES: a) Papeles de Rendimiento: (se orientan a lograr los objetivos)
• Iniciador: sugiere ideas, proyectos, formas de abordar los temas.
• Coordinador: señala aspectos, objetivos, posturas.
• Estimulador: busca que el grupo produzca mucho y con la mayor calidad humana.
• Interrogador: está a la caza de nuevas ideas, razones, aclaraciones, hechos explicativos.
• Informador: aporta datos, hechos, experiencias, para orientar en el diálogo o búsqueda de soluciones.
• Opinante: aporta ideas, sugerencias, juicios, convicciones sobre los valores que puedan ayudar a conducir o reconducir el tema o grupo.
• Evaluador–crítico: enjuicia, valora las ideas, la vida, las realizaciones del grupo; ayuda con preguntas e intervenciones a estar en actitud crítica frente al grupo en todos sus elementos: objetivos, relaciones, tareas. b) Papeles de Mantenimiento: (se orientan a la formación, supervivencia y perfeccionamiento del grupo)
• Observador-secretario: sigue al detalle el proceso del grupo, interpreta y pasa el informe al grupo.
• Animador: busca siempre la cohesión, la participación en clima positivo, es receptivo a todos y a todo, crea relaciones de cordialidad y solidaridad.
• Conciliador: es el mediador en los momentos de tensión o conflicto. Busca los puntos comunes, lo que une.
• Abierto-Compromisario: dispuesto a los acuerdos, aunque no al acomodo fácil. Acepta los puntos de vista de los otros, relativiza, prefiere ciertas renuncias a su opinión o intereses, antes que romper el clima o bloquear situaciones.
• Facilitador de la comunicación: preocupado por la opinión y participación de todos, estimula al tímido, propone métodos, actividades que ayuden al clima y producción con una comunicación fluida y universal.
Papeles Individuales: Conforme se avanza en años, en vida de grupos, se va asumiendo determinadas formas de actuar dentro del grupo, frecuentemente de forma inconsciente. Cada uno de los miembros es capaz de vivir varios papeles a lo largo de una reunión y por supuesto, a lo largo del proceso de un grupo que dura días, meses o años. Ni todos los papeles son malos, ni tampoco hay que hacer gala, burla o broma de ellos, pues se pueden vivir situaciones de bloqueo, de agresividad, de ruptura, incluso, del grupo. Para entender mejor el significado de cada uno de los roles individuales, aconsejamos comprobando en qué medida cada miembro del grupo (empezando por uno mismo) actúa con ese rol. Será divertido y se verá la cantidad de estereotipos que funcionan en nuestra sociedad.
• Locuaz: parlanchín, habla, habla y habla, siempre, a propósito de todo y de nada (el término locuaz se relaciona con personas con facilidad de palabra y discurso brillante, pero aquí le damos el sentido contrario).
• Pedante: si sabe mucho, lo hace con tal estilo y talante que causa risa, vergüenza ajena. Si no sabe, el ridículo es mayúsculo, pero lo hace con desparpajo.
• Zorro: siempre astuto, hace sus análisis de la situación para dar el zarpazo (lograr lo que se propone) en el momento oportuno, cuando esté seguro del éxito.
• Cerrado: no admite más que su manera de ver y actuar. Puede ser cerrado sólo a las ideas o a las normas o al estilo, al talante, al método. Otros son cerrados a todo, o a todo lo que venga de una dirección, grupo o personas. Es desagradable y refractario.
• Positivo: siempre en actitud de hacer grupo, de aportar lo que sabe y puede. Sabe pedir disculpas, alegar su ignorancia, aceptar papeles que puedan servir al grupo. Da y recibe, nunca bloquea, nunca es el centro del grupo.
• Sabelotodo: habla de todo, a todas horas, con aplomo, a menudo con tonos dogmáticos y magnificadores.
• Tímido: con pocas intervenciones. Puede ser participativo desde el silencio, habla con los gestos, con el cuerpo, o puede ser pasota, frío, inexpresivo, como forzado.
• Crítico: atento siempre a ver y expresar otro lado, otras perspectivas. Dentro del crítico está el positivo, en clave de aportar, abrir campos y ópticas distintas, y está el negativo, que siempre encuentra el “pero”, el lenguaje descalificador, el tono gris, el tono más amargo, el punto negro.
• Discutidor: busca la polémica, la dialéctica, llevarlo todo al campo de las ideas, muy a menudo del protagonismo. Se enzarza en ideas, puntualizaciones, bloquea, desvía, aburre o intelectualiza todo.
• Chivo expiatorio: ante los reales fracasos del grupo, o los aparentes, suele culpabilizarse como el causante, carga con las culpas. Él mismo se acusa. Otras veces el grupo, como mecanismo de defensa, busca al chivo que cargue con la culpa. Hay quien asume el papel como descarga, terapia del grupo.
• Picador o agresor: juega a pinchar, incordiar, atacar al grupo o alguno de los miembros. DINÁMICA DE GRUPOS.
• Saboteador: busca destruir la reunión o el grupo, con mil artilugios. Va contra los objetivos, contra alguna persona o contra determinados valores, y desde la frustración o el despecho está a la caza de todos los medios para torpedear, bloquear al grupo.
• Intimista: utiliza al grupo para traer sus problemas, sus sentimientos, sus descargas ideológicas, afectivas, preocupaciones. Hace del grupo una cabina, un confesionario, una salita de bis a bis.
• Apoderado o representante: se alza como portador del grupo, del pensar o sentir de todos o de unos cuantos.
• Intérprete: se siente el intermediario justo, que sabe lo que el otro dice, quiere decir o llegaría a decir… Juzga sobre personas y situaciones. “No le entendéis lo que quiere decir…” • Flash: suele permanecer como al margen, pero de vez en cuando interviene, y como un cuco de reloj o como máquina con flash dice lo que ve, lo que está sucediendo, vuelve a su estado primitivo, para volver algo más tarde con la misma música: “lo que aquí sucede…”
• Búho: ojos, nada más que ojos. Mira, admira, contempla, no habla.
• Cuchicheador: hace frecuentes comentarios, cuchicheos con los de al lado. Es un auténtico incordio, molesta, no siempre resulta fácil interpretar las razones y sentido de sus apartes.
• Gracioso: aprovecha las oportunidades (o las busca) de hacer gracia, amenizar el ambiente. Hay quienes intentan alegra el clima general, tienen gracia y el don de la oportunidad (sirven al grupo), y hay quienes están ávidos de reconocimiento, protagonismo, y se sirven del grupo como plataforma, o bien intencionados, no aciertan en los momentos o en los tonos.
• Organizador: se ofrece para organizar actividades o para organizar al grupo mismo.
• Pacificador: intenta siempre que haya paz y concordia. Hace de puente entre divergentes o rivales, aparece en los momentos de tensión o los prevé y evita.
• Estrella: tiene que figurar, ser protagonista, acaparar la atención, se apañará para ello.
• Maternal-cariñoso: protege, tiene detalles, cariños, solícito con cada uno en sus reales o posibles necesidades, se adelanta, previene.
• Ausente-marginado: no parece estar en el grupo. Tiene otros caminos, otros sueños o realidades. Trabaja y veranea en otro sitio, está como de paso, como invitado. A veces simplemente se siente marginado. Su hablar, su colocación, su mirada, lo delata.
• Controlador: sigue todo, sigue a todos, da cuenta de todos.
• Guardia: vigila normas, el orden, lo que el grupo se ha impuesto o lo que él cree que se debiera haber impuesto.
• Moralista: defiende siempre lo bueno, lo justo, lo ortodoxo. Corrige, amonesta, aconseja.
EVALUACIÓN DE ROLES: El rol dentro del grupo tiene gran importancia, pues condiciona la comunicación, la calidad del mensaje, la cohesión y la capacidad de producción. Proponemos para evaluarse, personal y grupalmente, unos esquemas sobre algunos roles:
• Puede realizarse situándote como observador y evaluando a un miembro concreto del grupo.
• Puede analizarse uno mismo a modo de autoevaluación.
• Poniéndose en lugar de otro miembro y tratando de averiguar dónde nos situaría él si tuviese que evaluar nuestra actuación.
Tema Interacción y comunicación
Administración y relaciones de trabajo Haciendo un poco de historia acerca de la forma como se han establecido las relaciones en el lugar de trabajo, podemos decir que en el siglo XX se puso de manifiesto la evolución de la gestión empresarial con la idea de productividad como eficiencia y rendimiento, con sustento en teorías como las presentadas por Henry Ford, Frederich W. Taylor y Wenr Fayol que, a menudo condujeron a la deshumanización de las tareas, lo que no impidió que sus métodos invadieran el mundo industrializado. Mary Parker Follertt fue la primera de las teóricas de la gestión empresarial que planteó la humanización del trabajo, promulgando que el interés del individuo debería prevalecer ante el interés del grupo, defendiendo con ello la lógica de la responsabilidad ante la obediencia. Estas ideas resurgieron mucho tiempo después con la moda de la dirección participativa, de la teoría Z de Ouchi, en 1983. También Elton Mayo, psicólogo, profesor de Harvard, tras una serie de experiencias científicas en empresas, puso de manifiesto ideas de humanización del trabajo, al llegar a la conclusión de que “el sólo hecho de interesarse por los trabajadores, ya los motivaba”, planteamiento que antepone la lógica de los sentimientos a la lógica de los costos y de la eficacia. A partir de estos planteamientos se da impulso a la corriente administrativa de las relaciones humanas, con teorías como las de Abraham Masslow, Chis Argyris, Douglas Mcgregor. Infortunadamente, estos aportes no han sido suficientes para destronar la idea del taylorismo, y las relaciones de trabajo siguen sustentadas en los principios de obediencia, orden y control en el lugar de trabajo, ideas que, aunque obsoletas, sobreviven en algunas organizaciones.
Con las teorías de relaciones humanas en el trabajo se rescata y propicia el reencuentro con la comunicación. Estos conceptos humanistas, sin oponerse a los conceptos de producción eficiencia y eficacia, presentan una visión diferente de las relaciones de trabajo. Como están fundamentados en ciencias humanas como la Sociología y la Comunicación, ponen el énfasis en las interacciones de los grupos de trabajo. Interacciones en las que la comunicación se torna protagonista principal, ya que se constituye por sí misma en proceso dinámico: en la acción o forma en que un individuo u organismo transfiere mensajes e informaciones a otro individuo u otro organismo, situado en una época y en un punto dado, según diversas motivaciones y utilizando elementos de conocimiento que ambos tienen en común. Comunicación y relaciones de trabajo Hasta aquí hemos visto cómo la comunicación en la empresa cobró significado con la teoría de relaciones humanas. Pero ¿por qué se hace tan relevante la comunicación en los procesos mismos de la organización? En primera instancia porque la comunicación es la red que integra y coordina los sistemas de la organización empezando por los sistemas social, administrativo4 y tecnológico5. Si comparamos la organización con el cuerpo humano específicamente con el aparato circulatorio, que permite que la sangre fluya e irrigue todo el cuerpo, podríamos decir que la comunicación es el aparato circulatorio de las organizaciones. En tal caso, y hablando metafóricamente, si el flujo de la comunicación sólo irriga con su líquido a ciertos miembros de la empresa, es indudable que sobrevendrán daños significativos. En segundo lugar, porque la comunicación es la fuerza vital e impulsora del sistema social de la organización; es un factor determinante de aspectos organizacionales como: cultura, motivación, clima laboral y valores, entre otros, que interactúan con el sistema administrativo (constituido por la estructura, las políticas, los procedimientos, las reglas y la toma de decisiones) y con el sistema tecnológico (representado en las formas de trabajo, la productividad, el crecimiento y el desarrollo organizacional). De esta manera, estos sistemas se afectan entre sí y, simultáneamente, afectan al conjunto de la organización. Si se acepta esta tesis, estaríamos aceptando que la comunicación permea a toda la organización. Siendo la comunicación un proceso humano, tendremos que admitir que los miembros de la organización influyen con su comunicación a la empresa y que la empresa, a su vez, constituida por seres humanos, influye en el tipo de comunicación entre sus miembros. Esto conlleva un replanteamiento de la comunicación en la vida organizacional, tanto desde el punto de vista teórico como desde la forma en que ha sido concebido el proceso mismo, ya que resultaría arbitrario, desde esta perspectiva, concebir que los directivos (jefes, supervisores) sean quienes determinen el proceso comunicativo de la empresa como únicos emisores, otorgando al trabajador el papel de receptor. Esta manera de concebir la comunicación en la organización es, a todas luces, inconveniente para las relaciones eficaces de trabajo, ya que en los intercambios comunicacionales el papel de emisor y receptor sólo lo determina el proceso mismo, es decir, que los sujetos no son lo uno o lo otro, sino que cumplen los dos papeles; los emisores son a su vez, receptores de mensajes, y los receptores son, a su vez, emisores. En tal sentido, el trabajador y el jefe deben percibirse como emisores y como receptores simultáneos de mensajes. Es claro que esta forma de asumir las relaciones de trabajo implica que la organización actúe como un sistema abierto , y reconozca que sus miembros son también sistemas abiertos interdependientes con el medio ambiente físico y social, con los que interactúa y se involucra activamente. Esta compleja relación que se da entre la empresa y sus miembros se podría entender y conciliar más fácilmente percibiendo al trabajador como un ser multidimensional, sujeto a la influencia de muchas variables. Presentado así el proceso de comunicación, podría pensarse que es imposible lograr una comunicación efectiva en el trabajo. Pero, por el contrario, este enfoque indica que para una buena comunicación en el sitio laboral es necesario asumir al otro partiendo de la diferencia, y, ante todo, de reconocer que la comunicación en el trabajo es un acto complejo, que las “organizaciones y las personas están implicadas en una interacción múltiple y continua ya que las personas pasan la mayor parte de su tiempo en las organizaciones de las cuales dependen para vivir; y éstas, a su vez, están conformadas por personas sin las que no podrían existir.” Es decir, las organizaciones son personas, son grupos y son organizaciones. Para cerrar la brecha comunicativa entre jefes y trabajadores es necesario que se determine la comunicación a cada sujeto y circunstancia específica de trabajo, resaltando las semejanzas y respetando las diferencias, para llegar a puestas en común, es decir, a acuerdos; en otras palabras, a “comunicación interpersonal que genere comunidad laboral”. En este sentido, los modelos autocráticos de comunicación, en los que el jefe ordena y el trabajador obedece están fuera de contexto, pues una comunidad requiere consenso y retroalimentación. “Si las personas tienen la oportunidad de expresar en su trabajo opiniones, hacer sugerencias y contribuir a la resolución de problemas y toma de decisiones, para lo cual se comunican, se sentirán parte integrante de la organización y se comprometerán con su destino y sus logros”. No se trata solamente de que la organización informe al trabajador para que éste comprenda sus funciones o problemas a resolver, sino de que se genere una comunicación abierta, sincera y espontánea entre jefes y colaboradores, para dar paso a la confianza y mejorar el rendimiento del empleado. Este tipo de comunicación permitirá que se conozcan más los objetivos y los métodos de trabajo y, en consecuencia, habrá mayor identificación y participación del trabajador. Función de la comunicación en el trabajo El papel que desempeña la comunicación en el trabajo es el de hacer operativos los encuentros con otros. Esta función se realiza por medio de las actividades de quienes intervienen en la transmisión, participación y manifestación de algo a otros y, sobre todo, en los modos como cumplen sus tareas, entrelazan sus acciones y se organizan. Más en concreto, “son las maneras como el emisor (dirigente o trabajador) por medio del mensaje busca al otro, llega al otro, penetra en el recinto del otro y llena las necesidades del otro.” La comunicación en una organización o empresa debería existir, significar y valer por el modo en que sus miembros se abren como comunicantes, pues:
a. No puede existir el emisor si no hay mensaje y no hay mensaje sin receptor.
b. El emisor significa porque algo emite.
c. El mensaje vale porque algo se emitió y, a su vez, el receptor existe porque algo aceptó del otro.
Por lo tanto, la comunicación de trabajo deberá incitar la acción, la relación y la interrelación entre sus miembros
Acción comunicativa La comunicación incita a la acción en la medida en que invita al trabajador y al dirigente a asomarse al mundo inexplorado del otro. “El que podría hablar, ahora habla”. El hecho de que el emisor (llámese trabajador o directivo) decida ir hacia el otro despierta la dormida potencia comunicativa y se convierte en una realidad mejor; antes, era una energía en reposo o representada; con la acción comunicativa, aparece una realidad tangible. “Se mejoran los sentidos sintiendo, el amor amando y la comunicación comunicando”. Sin la acción de comunicar la comunicabilidad muere. La acción en plena práctica es el mejor florecimiento de la acción comunicativa. La acción comunicativa no sólo mejora la propia comunicación, es decir, consigo mismo, sino que también fecunda a otros; hace vibrar a los demás con las mismas notas y frecuencias, haciendo comunes a los miembros de la organización. La diversidad de formas comunicativas en el trabajo fecunda por dos razones: la primera, porque hace caer en la cuenta de que hay otros distintos; y, la segunda, porque actúa con diferentes estilos, demuestra en la práctica que el comunicante no es el único ni el centro del universo en términos simples; se descubre el pluralismo. En general, podría decirse que la acción comunicativa tiene como función en la organización juntar a sus miembros. Función de interacción Si la acción comunicativa tiene la función de mejorar, fecundar y unir a los demás, la interacción la concreta, ya que es comunicación de doble sentido que acrecienta y da facilidades complementarias a los miembros del grupo: no sólo de dar sino de recibir. Por lo tanto, la transmisión de los mensajes de los miembros de la organización se constituye en retransmisión de éstos, la participación se hace coparticipación y la manifestación se torna mutua manifestación. De allí que, en esta interacción, el emisor (dirigente o trabajador) tome la actitud de receptor, y el receptor la de emisor, logrando así que los comunicantes se comuniquen plenamente, se fecunden mutuamente con las aportaciones y las diferencias, y contribuyan ambos al crecimiento propio, del otro y de la organización. La interacción comunicativa activa a los miembros de la organización porque supone cambios. en el emisor, porque este se activa al comunicar; en el contenido del mensaje, porque el mensaje no formulado se cristaliza en palabras; y en el receptor, porque interiormente éste debe disponerse a aceptar o no el mensaje. Cuando las personas interaccionan, cada una lo hace asumiendo las acciones propias y las de los demás, según un distinto ángulo de referencia. Cada uno entiende sus acciones a la luz de sus propias intenciones, pero analiza las de los demás a la luz del efecto que ellas producen en él. Por lo tanto, reducir el vacío interpersonal en la organización supone hacerse consciente de la auténtica intencionalidad de sus miembros al interactuar. Generación de relaciones La comunicación genera relaciones porque brinda la posibilidad a los trabajadores de participar y expresar algo a otros, todavía más cuando éstos coparticipan. Las relaciones de trabajo podrían ser una de las claves de organización para lograr la excelencia y la calidad. Incluso, algunas empresas las adoptan como estrategia y oportunidad de distinción y competitividad. En sí, las relaciones forman la trama de la existencia y son consecuencia de la comunicación: aprietan vínculos y comunicantes semejantes y desemejantes, brindan facilidades, generan obstáculos y hasta ofrecen dobles relaciones. Desde el punto de vista comunicativo, el fundamento de las relaciones está en el mensaje. Específicamente, las relaciones entre jefe y colaboradores pueden clasificarse en tres tipos:
a. Directas individuales: relaciones que ocurren entre el jefe y cada trabajador individual.
b. Directas grupales: relaciones que ocurren entre el jefe y cada grupo de trabajo.
c. Cruzadas: relaciones que ocurren cuando los trabaja dores o miembros de la organización interactúan entre sí.
La comunicación como medio La forma más efectiva de comunicación para las relaciones de trabajo es la comunicación uno a uno, o cara a cara, no sólo por su eficacia sino también porque es el medio que representa menos costos para la empresa. Si tenemos en cuenta que la riqueza de los medios de comunicación utilizados en las organizaciones está representada en su capacidad para conducir señales múltiples y proporcionar retroalimentación rápida, podemos darnos cuenta de que es la comunicación interpersonal la que mayor riqueza comunicativa tiene, entre otras cosas, porque:
a. Brinda retroalimentación inmediata; los receptores verifican la exactitud de su comprensión y la corrigen si es necesario.
b. Permite que emisor y receptor, en forma simultánea, observen el lenguaje corporal, perciban los matices de la voz y valoren la expresión facial. El conjunto de elementos proxémicos, prosódicos y escénicos comunica tanto o más que las palabras emitidas.
c. Por último, permite al emisor y al receptor identificar con rapidez alguna dificultad en los códigos y, de ser necesario, recurrir al lenguaje natural y personal.
Introducción
En todo espacio donde interactúan personas, el manejo de grupos se convierte en una habilidad clave. Ya sea en un aula, un taller, una reuni...

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Objetivo • El objetivo de este blog es ofrecer un espacio de reflexión, aprendizaje y recursos prácticos sobre el manejo de grupos, la pa...
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En todo espacio donde interactúan personas, el manejo de grupos se convierte en una habilidad clave. Ya sea en un aula, un taller, una reuni...
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Las dinámicas de grupos en el trabajo se refieren a cómo los individuos interactúan y se relacionan en un entorno laboral. Son las intera...